Por ejemplo, cosas a evitar:
● No más consensos, por favor: hicimos cinco en diez años. Quizás sea suficiente como para pensar que por este camino solo conseguimos eso, consensuar. Y que yo sepa, consensuar no es hacer.
● No más cursos, lo suplico: hemos conseguido muchos créditos para tener farmacias, para hacer currículo, para actualizarnos, para conocer gente, para sentirnos mejor... Pero, al menos el modelo teórico del que apenas hemos salido, ha servido para bien poquito. Cuando digo poquito es para que la atención farmacéutica se implante como actividad normalizada.
● No más remar todos en la misma dirección, por caridad: los cambios los hacen quienes son capaces de poner en valor un pensamiento diferente y, sobre todo, una actuación diferente y coherente con el discurso que se tiene. Predicar con el ejemplo, le llaman.
Nos hemos llevado quince años haciendo consensos y cursos, remando en una misma dirección que ha debido ser circular, porque nos encontramos más o menos en el mismo lugar que estábamos entonces.
Pero no todo va a ser negativo. Sería poco coherente con el nombre de esta sección. Y hoy podemos hacer que venga el sol a nuestra profesión. Aquí van unas cuestiones a tener en cuenta:
● El modelo mediterráneo de farmacia no tendrá justificación si la remuneración de los profesionales se circunscribe al margen comercial de los medicamentos. O entra en juego el pago por servicios, o nos vamos por el sumidero.
● La atención farmacéutica necesita de un centro piloto que sirva para conocer su impacto en nuestra sociedad desde el punto de vista de mejoras en resultados en salud, costes económicos, diseño del modelo de formación de los profesionales que ejerzan, y del mapa asistencial necesario para que esta actividad asistencial pueda ofertarse a la población en las mismas condiciones de equidad que otros que ya se dan. Desde aquí, universalizaremos.
● Desde que este centro piloto se implante, nos quedarán diez años para que la atención farmacéutica sea una realidad.
Es hora de poner en valor lo mucho de positivo que se ha hecho por mucha gente, pero también es hora de actuar. Si has llegado hasta aquí leyéndome, si crees que este camino merece la pena y quieres hacerlo, piensa en lo que puedes aportar a este movimiento. Por el momento, necesitamos convencer a alguien que tenga poder para poner esto en marcha y dinero para hacerlo. Y gente dispuesta para avanzar por este camino, pase lo que pase. Repito, pase lo que pase. Y si tu respuesta es no a algo de lo anterior, gracias por leerme. Y recuerda, ya viene el sol, y el sol es para todos, rememos hacia donde rememos.