Senegal

Baobabs

«Había semillas terribles en el planeta del Principito... Eran las semillas de baobabs. La tierra del planeta estaba infestada. Y de un baobab, si tomamos medidas demasiado tarde, no podemos deshacernos nunca. Ocupa todo el planeta.» Así explicaba el narrador del cuento el único problema que tenía el Principito cuando llegó a la Tierra. Algo muy diferente pasa en Nguékhokh, una villa situada a unos 60 km al sureste de Dakar, en Senegal: allí a nadie se le pasaría por la cabeza acabar con los baobabs.

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