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Memoria histórica

...no tienes duda alguna sobre sus intenciones, en esta soledad inmensa repleta de coches, a estas horas de la noche para ti tan inhabituales, después de Rigoletto y después de rompiendo tu costumbre unas copas con los amigos hasta tan tarde

EF484 TERTULIA
EF484 TERTULIA

lo merecía la tertulia, todas las luces encendidas, las de la otra mitad del parking las ha encendido él, seguro, a lo peor ellos, tú solo encendiste la correspondiente a la cuadrícula de tu Peugeot 505, estás solo, quizá fue un error el rechazar la escolta, lo de la contravigilancia es una entelequia, piensas, ahora sería interesante contar con alguien pero ni siquiera un testigo, con esa capucha y blandiendo esa pistola alguien deambulará por ahí guardándole las espaldas y si ya es difícil esquivar a uno, se acerca, le ves los ojos de ojal y recuerdas las instrucciones del comisario o lo que fuera el policía de bigote, te parecieron entelequia de difícil final feliz pero las pones en práctica, ya lo habías ensayado en tu imaginación y en alguna pesadilla, correr, gritar, hacer ruido, ¿gritar qué?, entre socorro, auxilio y fuego eliges help, es una canción, no tienes remedio, ahora socorro, no te ha sorprendido por la espalda ni a quemarropa y eso parece irritarle, socorro, corréis al mismo tiempo, es mucho más joven y pronto te dará alcance, no se produce un segundo disparo y supones esperará a poner el cañón de su pistola en tu nuca, con silenciador apenas si lo has oído, el silbido junto a la oreja sí, te quiero a ti, silbó la bala, cazarte a ti, están cuerdos de atar, no entiendes que te prefieran como enemigo a como rival, no te han entendido y por meterte donde no te llaman, necesitan enemigos como los hinchas de un equipo de fútbol, tanta vida y amor desvaneciéndose, ¿cuánto tiempo hace que no corres por un subterráneo?, tu exmujer, la querías, ese primer beso inaugural y robado, tus dos hijas son las mujeres que más has amado en tu vida, el rostro de tu madre ante el cual te disculpas, quería decir de las que aún viven, no conocerás ya a tu primer nieto, tu actual pareja también te quiere y la quieres, Paloma, amor, tienes mucho más amor del que suponías hace una hora charlando con los amigos sobre la teatralidad de la ópera, eres más feliz de lo que creías, tienes mucho más que perder que esa bagatela de ingreso en la Academia de la Historia, está aquí, es su entrecortado aliento lo que te sobrecoge, un miedo inédito, la pistola te parece una desmesura, haces una finta pero no ganas distancia, ahora gritas fuego, fuego, tan alto que se te quiebra la voz, esas cuerdas vocales, has de dejar el tabaco, sigues queriendo a tu ex, la madre de tus hijas, a tu ahora es también, más de lo que imaginabas, chocas contra la pared justo debajo del letrero de salida, no tienes escapatoria, estúpido terrorista de mierda, no habéis entendido nada de mi argumentación, todavía están por corregir las segundas pruebas de esa ruta de los foramontanos superpuesta a la de la Legio IV Macedónica, la ruta de la lana, pero crees que esa minuciosidad carece ya de importancia, el sicario abre el compás de sus piernas, extiende los brazos, empuña el arma de guerra con las dos manos, va a disparar, que publiquen el libro sin más correcciones, tu último deseo es otro, plácido agnóstico no crees en el, ahora lo escribirías El, pero le pides tu último deseo, la primera vez que con toda tu alma le solicitas un favor, son tus últimas palabras que nadie oye, Dios mío, dame fuerzas para al menos poderle dar una patada en los huevos, recibes el impacto en la frente, sobre el entrecejo, a fin de cuentas no es tan mal profesional como suponías, si vis pace 9 mm parabellum, Paloma, amor...

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