El programa Fifty-Fifty consigue reducir algún factor de riesgo cardiovascular en el 67% de los participantes

Los datos que se desprenden de este estudio científico, que se ha hecho en 7 municipios españoles, después de 1 año de seguimiento, son alentadores: el 67% de los participantes en el grupo de intervención mejoró en uno de los 5 factores de riesgo cardiovascular y casi la mitad redujo el consumo de tabaco. Además, el 46% de los participantes aumentó su actividad física.

El programa Fifty-Fifty consigue reducir algún factor de riesgo cardiovascular en el 67% de los participantes
El programa Fifty-Fifty consigue reducir algún factor de riesgo cardiovascular en el 67% de los participantes

El ministro de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en funciones, Alfonso Alonso, y el presidente del Observatorio para la Nutrición y de Estudio de la Obesidad y diseñador del estudio, Valentín Fuster, presentaron ayer en el Instituto de Salud Carlos III los resultados del Programa Fifty-Fifty, un proyecto científico piloto impulsado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad y la Fundación Science-Health y Education (SHE) por el que se ha conseguido reducir alguno de los 5 factores de riesgo de enfermedad cardiovascular en el 67% de los participantes.
Fifty-Fifty es programa de intervención en salud comunitaria cuyo objetivo es capacitar a la población adulta entre 25 y 50 años en la adquisición de hábitos de vida saludables y en el control de los principales factores de riesgo cardiovascular que se pueden controlar: obesidad, tabaquismo, alimentación, sedentarismo e hipertensión arterial, a través de una formación específica y dinámicas de grupos de «ayuda entre iguales», es decir, entre personas que tienen al menos uno de los factores de riesgo.
Según Fuster, «los datos confirman que aunque la formación y educación en hábitos saludables son importantes y tienen un impacto sobre la salud, si no se mantienen con el tiempo, pierden su eficacia».

Talleres de formación y dinámicas de grupo
Fifty-Fifty está basado en que el apoyo mutuo y las experiencias comunes de personas que tienen las mismas condiciones de salud y comparten unos desafíos similares son una fórmula idónea para conseguir cambiar los hábitos de los adultos a otros más saludables.
Con ese objetivo se firmó un convenio de colaboración con 7 municipios, que son los que han participado en el estudio. En total, 543 adultos, que han asistido durante una primera fase, de 2 meses de duración, a 6 talleres formativos dirigidos a promover hábitos de vida saludables: motivación para el cambio, gestión del estrés, cesación tabáquica, alimentación saludable, práctica habitual de actividad física y control de la tensión arterial.
En una segunda fase, de un año de duración, se dividió a los participantes en un grupo intervención, que siguió con dinámicas de grupo, y otro de control, del que simplemente se hacía seguimiento. Los grupos intervención de cada municipio tuvieron sesiones de dinámica de grupo cada mes, de 60-90 minutos basadas en la «educación entre iguales». En cada grupo de intervención, los participantes explicaron las mejoras en sus hábitos saludables y las dificultades encontradas.
El objetivo último del programa es establecer un «modelo de buenas prácticas» para favorecer el cambio de hábitos relacionados con la salud cardiovascular que pueda implantarse a gran escala en todo el país. Según explicó el ministro, este programa piloto es fácilmente reproducible en cualquier municipio, en entornos o en otras instituciones.

Destacados

Lo más leído