«Vivimos, día a día –dice la carta– la angustia de tantos ciudadanos que desean saber si están o no infectados por el virus del COVID-19 y se acercan a las farmacias solicitando la realización de pruebas rápidas de detección. No comprenden que podamos realizar pruebas de otro tipo y no podamos hacer las de detección del virus de la pandemia que en estos momentos amenaza gravemente la salud y la vida. Tenemos casos de ciudadanos que viven aislados, en el mundo rural, en situaciones de marginación, de escasez, y que la farmacia es su centro sanitario más cercano y de confianza, y en muchos casos no saben dónde acudir. Esta carta pretende manifestar nuestra disposición a la realización de las pruebas de test rápidos COVID-19, similares a otras pruebas que habitualmente realizamos las oficinas de farmacia, como glucosa, colesterol, triglicéridos, test de embarazo, etc. de similar complejidad y ejecución.»
Por todo ello se ruega que se adopten «de forma urgente las medidas necesarias para que las oficinas de farmacia sean autorizadas a realizar los tests rápidos de orientación diagnóstico del COVID-19 (TROD COVID)».
Desde FEFE destacan que esta medida que está recomendada por la OMS está siendo implantada por otros países de Europa, como es el caso de Francia, donde las farmacias comenzaron a realizar test en julio.
Esta es una de las propuestas que desde FEFE se han ofrecido al Ministerio de Sanidad durante el transcurso de la pandemia junto con la entrega a domicilio de medicamentos a pacientes vulnerables y la dispensación de medicamentos hospitalarios en las oficinas de farmacia.