Farmamundi inicia tres programas de acceso a la salud integral en Guatemala, El Salvador y Perú

Farmamundi ha puesto en marcha tres programas con la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) que promueven la restitución efectiva de los derechos de las mujeres, adolescentes, niños y niñas en situación de riesgo y exclusión en el Departamento de Usulután, en El Salvador, y en el Corredor Sierra-Selva Central de Perú. El tercer convenio se centra en reducir la desnutrición infantil en municipios de Santa Lucía Utatlán, en Guatemala, donde más del 50% de los niños y niñas menores de cinco años sufre desnutrición crónica.

Farmamundi inicia tres programas de acceso a la salud integral en Guatemala, El Salvador y Perú
Farmamundi inicia tres programas de acceso a la salud integral en Guatemala, El Salvador y Perú

Los programas recién iniciados en Guatemala, El Salvador y Perú se desarrollarán durante los próximos cuatro años con una inversión de 8.158.500 euros, que ayudarán a mejorar la salud y la calidad de vida de más de 165.000 personas. Estos convenios se llevan a cabo gracias a las alianzas con nueve organizaciones locales y más de 30 instituciones colaboradoras entre la que se encuentran los Ministerios de Salud de los tres países, las municipalidades, alcaldías, universidades, Institutos de la mujer, entre otras.

Fomentar el derecho a la alimentación en Guatemala
«Guatemala cuenta con la tasa de desnutrición más alta de Latinoamérica, afectando a más del 50% de los menores de 5 años. Este porcentaje se eleva al 67% en niños y niñas indígenas. Por ello, iniciamos el trabajo en el departamento de Sololá, en el casco urbano y en 47 comunidades rurales del municipio de Santa Lucía Utatlán, donde vamos a promover el derecho a la salud, al agua y a la alimentación para reducir la desnutrición crónica infantil en los próximos cuatro años, junto a otros actores con acciones e influencia en la zona», explica el coordinador del programa en Guatemala, Felipe Terradillos.

Entre los objetivos destacan una mayor «atención en servicios de salud de primer y segundo nivel en intervenciones priorizadas en la ‘Ventana de los 1.000 Días’ (etapa fundamental para el crecimiento y el desarrollo de un bebé que abarca el tiempo entre la concepción y los primeros dos años del niño), y en salud materna e infantil, así como la salud sexual y reproductiva para las mujeres en edad fértil. También se busca favorecer el acceso a alimentos en cantidad y calidad, priorizando que las familias diversifiquen su producción, mejoren la productividad, los alimentos para el autoconsumo y la gestión de los recursos naturales», prosigue Terradillos.

La iniciativa, que beneficia a 21.893 personas, promoverá entornos familiares y comunitarios más saludables, así como fortalecer la participación y las capacidades para mejorar el acceso al agua y el saneamiento con pertinencia cultural y de género.

Restituir los derechos de mujeres y adolescentes en El Salvador
Por su parte, la coordinadora del convenio en El Salvador, Juana Jiménez, cuenta: «Ponemos el foco en la restitución de los derechos de las mujeres en situación de riesgo y exclusión que enfrentan violencia. En especial trabajaremos con las víctimas supervivientes, adolescentes y niñas embarazadas y/o madres, a través del desarrollo de redes municipales y comunitarias de prevención, atención y protección social en siete municipios de Usulután que amplíen la cobertura del sistema nacional de salud y garanticen el acceso de las mujeres más vulnerables». Este programa se desarrolla en consorcio con la Asociación por la Paz y el Desarrollo y beneficiará a 131.049 personas.

Reducir la prevalencia de embarazos adolescentes en Perú
El último programa se realiza en Perú, en consorcio con la Asociación Navarra Nuevo Futuro. Pretende garantizar el derecho a la vida y el desarrollo de 12.706 niños, niñas y adolescentes promoviendo la cohesión social como principal estrategia para garantizar la restitución de sus derechos vulnerados por la violencia y el maltrato infantil.

«La iniciativa pretende reducir la prevalencia del embarazo adolescente, superior al 22,5% en las zonas rurales, garantizando el derecho a una vida libre de violencia, la protección de la infancia y mejorar los sistemas de prevención y detección precoz de la violencia y/o maltrato infantil. Trabajaremos también para reducir los elevados porcentajes de desnutrición y anemia en las comunidades indígenas vulnerables de Sierra-Selva Central (Huancavelica, Junín, Ucayali)», apunta el responsable del área de cooperación internacional para el desarrollo de Farmamundi, Emilio Oriola.

«El objetivo es mejorar en un 30% el acceso de las mujeres, adolescentes y niñas de Usulután que enfrentan violencia, a redes y servicios locales de salud, así como disminuir en un 20% el número de embarazos de niñas y adolescentes mediante procesos de educación sexual y reproductiva», concluye Oriola.

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