
Sandra García Jiménez
Farmacéutica adjunta
Durante el embarazo se producen modificaciones anatómicas y funcionales para permitir que el feto se desarrolle y nutra adecuadamente, y para que el cuerpo se prepare para el parto y la posterior lactancia. Además, en la mujer se producen también cambios emocionales, lo que dará lugar a nuevos sentimientos y emociones (a veces contrapuestos) que van desde la alegría al llanto y desde la tranquilidad a la inquietud. El cuerpo responde de manera natural e inteligente a dichos cambios. El farmacéutico, junto con el ginecólogo y la matrona, se convierte en un acompañante de este inolvidable proceso.
La llegada de un bebé supone un cambio importante en la vida de la familia. Cada bebé es único y tiene su personalidad propia y sus peculiaridades, tanto en ritmos de sueño como en alimentación. Como profesional sanitario más cercano a la población, el farmacéutico comunitario ha de estar actualizado en los cuidados básicos del recién nacido para poder resolver las numerosas consultas relacionadas con este tema.